Cocinicas, si alguna vez me ves comiendo hamburguesas de las típicas y archiconocidas cadenas de comida rápida, tienes permiso para dos cosas. La primera, darme una torta bien fuerte que se quede la mano marcada. Y la segunda llevarme a un hospital, porque sin duda habré perdido la cabeza. ¡Pero qué cosa más asquerosa son esas hamburguesas, por favor! No son dignas ni de llevar ese nombre… Pero eso vamos a arreglarlo hoy, cocinicas, porque gracias al Reto International Day hoy vamos a celebrar el día de la cheeseburger con una deliciosa cheeseburger con pan casero. ¡Esto ya es otra cosa! Así da gusto darse un buen capricho. Con ingredientes de calidad y hamburguesas bien ricas, es todo un gustazo disfrutar de esta rica cheeseburger con pan casero. ¡Y mucho más fácil de lo que parece, de verdad! Así que ya sabes, ponte con ello ya de ya, que va a acabar relamiéndote, palabra de cocinicas.
Calienta en un cazo el agua con la mantequilla hasta que esta se funda. Añade la leche, mezcla y a los pocos segundos, cuando esté caliente pero no demasiado, retira el cazo del fuego y deja que se temple. Mezcla en un bol la harina, la levadura el azúcar y la sal. Añade la mezcla de mantequilla y empieza a amasar hasta que se junte todo en una bola. A continuación, echa las yemas de huevo de una en una, esperando a que se integre la anterior mientras continúas amasando. Amasa unos 20 minutos, hasta que la masa quede uniforme y elástica. Engrasa un bol amplio con aceite. Haz una bola con la masa, ponla en el bol y tápala con un paño limpio. Deja que fermente unas dos horas, hasta que doble su volumen. Una vez pasado ese tiempo, desgasifica la masa con un breve amasado y divídela en seis porciones iguales, de unos 100 gr cada una. Pon papel sulfurizado en una bandeja de horno. Dale forma de bola a cada porción y ponla en la bandeja. Deja que fermente hasta que vuelva a doblar su volumen, sobre una hora u hora y media. Precalienta el horno a 220º con calor arriba y abajo y sin aire. Pinta los bollitos con las dos cucharas de leche y espolvorea encima las semillas de sésamo. Mételos en el horno unos 13-15 minutos, tapándolos con papel de aluminio a partir de los 4 minutos. Una vez hechos los panecillos, sácalos del horno y déjalos enfriar un poco. Mientras tanto corta la cebolla, el tomate y lava la lechuga. Asa las hamburguesas y el bacon y deja que se dore la cebolla unos minutos en la sartén. Abre los panecillos y monta las hamburguesas a tu gusto. Como te he dicho, cocinicas, con estas cantidades salen seis bollitos, pero no hay ningún problema si en casa sois menos. Puedes congelarlos recién horneados, cuando se hayan enfriado un poquito, y así estarán perfectamente para el día que te apetezca volver a disfrutar de una deliciosa hamburguesa. Sácalos un rato antes que se descongelen y listo. Si en vez de semillas de sésamo quieres ponerle encima semillas de amapola, pipas, o lo que te apetezca, eres libre de hacerlo, faltaría más. Y obviamente, lo mismo te digo para el acompañamiento de la hamburguesa. Diferentes quesos, lechuga, pepinillo, tomate, ketchup, mayonesa, bacon, huevo, cebolla… ¡Posibilidades infinitas! Una vez que la masa ha hecho el primer levado, si ves que te cuesta un poco manejar las porciones y darles forma de bola, puedes ayudarte espolvoreando encima un poco de harina normal. Así será mucho más sencillo, pero tampoco te pases, cocinicas. Solamente un poquito. Sé que te lo he dicho mil veces, cocinicas, pero la importancia de la calidad de los ingredientes es fundamental. Y más en este tipo de recetas. Busca siempre la máxima calidad para tus ingredientes, desde un simple tomate hasta la hamburguesa. Una hamburguesa de carnicería de buena calidad será una delicia. Ahora, como cojas esas cosas que llaman hamburguesas en los supermercados, será mucho más triste. Avisado quedas…Cheeseburger con pan casero
Ingredientes
Pasos
Sugerencias y comentarios
Basta ya de palabrería y vamos a hincarle el diente a esta ricura de cheeseburger con pan casero. ¡Vas a acabar chupándote los dedos! Ya sabes que tienes las puertas abiertas del Instagram y del Facebook de Fresas y Aceite para comentar lo que te apetezca. Y si tienes antojo especial de alguna receta, no tienes más que pedirlo, cocinicas. ¡A tu disposición!
¡Hasta pronto, cocinicas!
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