Cuando voy a comer a algún restaurante, no falla, siempre pasa lo mismo. Como a la hora de los postres me digan que tienen arroz con leche, cae fijo. No puedo evitarlo, cocinicas, es superior a mis fuerzas. ¡Me encanta! Por eso, hoy te traigo una rica receta de arroz con leche, el que se hace en mi casa de toda la vida, para relamer la cuchara de lo buenísimo que está. Y ahora vendrá el cocinicas listo y me dirá: es que en mi casa se hace tal… yo le pongo tal… blablablá. Es lo que tienen las recetas tan populares, que hay mil maneras de hacerlas y todas están ricas. A mí me gusta que quede más bien liquidito, fresquito y con buen sabor a canela, sin nata ni mantequilla. ¡Se me hace la boca agua solo de pensarlo! Y ahora que ya empieza a hacer calorcito, no veas qué bien cae este postre fresquito, aunque la verdad que apetece en cualquier momento del año. ¿Te animas a prepararlo?
Quítale la piel a la naranja y al limón con cuidado de no llevarte nada de blanco. En una olla, vierte la leche y añade las tiras de naranja y limón, la canela en rama y el azúcar. Calienta a fuego medio removiendo de vez en cuando. Una vez que empiece a hervir, lo dejas 2 minutos y añades el arroz. Cuece el arroz en la leche durante 20 minutos a fuego medio y removiendo constantemente. Una vez pasado ese tiempo, retira las pieles y la canela en rama y remueve un par de minutos más. Prueba el arroz para comprobar si está hecho. Si le falta un poquito, tenlo en el fuego un par de minutos más. Si ya está listo, vierte el arroz con leche en los cuencos y déjalo reposar un ratito. Cuando hayan pasado aproximadamente 10 minutos, espolvorea canela en polvo sobre el arroz con leche y guárdalo en el frigorífico hasta el momento de comerlo. Te aconsejo que las pieles de naranja y limón sean lo más grandes posible. Mejor poner 4 grandes que 12 pequeñitas. Y no partas la canela en rama. ¿Por qué? Pues porque cuando quieras sacarlas, te vas a tirar una hora pescando y te vas a morir de calor. No hay que complicarse la vida de más, cocinicas. Si ves que al arroz todavía le falta un poco, pero se está quedando seco de más, puedes añadirle más leche hasta que quede a tu gusto. De ahí que mientras hierva, siempre esté a fuego medio, para que no se evapore la leche en exceso. Ten en cuenta que una vez en los cuencos, el arroz sigue absorbiendo un poco de leche. Pero tampoco vayas a convertirlo ahora en una piscina de leche con cuatro granos de arroz, cocinicas, que te veo venir. Sí, reconozco que estar 20 minutos venga a remover la olla no es que sea lo más divertido el mundo, pero merece totalmente la pena. Al removerlo constantemente, el almidón del arroz se suelta poco a poco y al final queda muy melosito, sin necesidad ninguna de añadir nata o mantequilla, como ocurre con otras recetas. Hazme caso, cocinicas, tú dale al brazo bien. Con estas cantidades, da para 3 cuencos como los que ves en las fotos. Si quieres hacer más cantidad, adivina cómo, cocinicas. Exacto, tan fácil como doblar las cantidades. Si es que eres un crack con las matemáticas, ya lo sabía yo…Arroz con leche
Ingredientes
Pasos
Sugerencias y comentarios
Un postre clásico, que nunca pasa de moda, sencillo y riquísimo. ¡Una maravilla, vamos! Recuerda que puedes pedir la receta que más te apetezca para la sección ¡Oído cocina! Y como siempre, tienes las puertas abiertas del Instagram y el Facebook de Fresas y Aceite para enterarte de todo lo que se cuece por aquí.
¡Hasta pronto, cocinicas!
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