Hoy te traigo un bocado perfecto para la merienda. O para el desayuno. O para cuando tú prefieras, cocinicas. Para empezar, lleva chocolate, así que ya tiene muchas papeletas para triunfar, que sé yo que a ti te gusta el chocolate, golosón. Además, son muy sencillas, con un sabor delicioso, crujientes y dejan un olorcito por toda la casa que te dan ganas de comerte el aire. Ya sea con un vaso de leche, un buen café o solas porque ellas lo valen, estas deliciosas galletas dos chocolates gustan a todo el mundo y es prácticamente imposible coger solo una. Pudiendo hacer estas maravillas en casa, quítate tú de porquerías artificiales y demás tonterías. Sí, son menos bonitas, ¿y qué? Así puedes decir que tienen un toque vintage y rústico y quedas tan estupendamente. Lo importante es que están riquísimas y que la merienda de lujo que te vas a meter entre pecho y espalda no te la quita nadie, cocinicas. Así el mal tiempo se lleva de otra manera, ¿verdad?
Corta la mantequilla en cubitos y déjala reposar hasta que esté blandita. Pica los chocolates en trozos con un cuchillo, no importa que queden desiguales. Echa en un bol amplio los dos azúcares, la harina, la levadura, la mantequilla y el huevo. Amasa bien con las manos hasta que la mantequilla se funda y quede una mezcla homogénea. Incorpora los trozos de chocolate y continúa amasando hasta que se integren. Espolvorea un poco de harina en un papel sulfurizado y echa la masa. Forma un rulo de unos 5 cm de diámetro, envuélvelo con el papel y déjalo reposar media hora en el frigorífico. Una vez pasado ese tiempo, precalienta el horno a 170°C. Corta el rulo de masa en rodajas de unos 2-3 cm de espesor y colócalas espaciadas en una fuente de horno con papel sulfurizado. Hornéalas durante 10-12 minutos. Es importante que coloques la masa espaciada en la bandeja de horno, ya que con el calor se expanden y si las pones juntitas, acabarás teniendo una galleta gigante. Que sé que eres capaz de mojarla en un barreño de leche para comértela, cocinicas, pero tampoco hay que llegar a eso. Si en vez de los dos chocolates quieres poner solo uno, pues lo haces (pero entonces no digas que son dos chocolates, lógicamente). ¿Que quieres añadir chocolate blanco? Pues venga ahí. ¿Que te apetece meterle nueces? Pues pícalas y para adentro. Si será por opciones… ¡Como a ti más te guste! ¿Qué decimos cuando hay un horno de por medio? Que cada uno es un mundo. Muy bien, cocinicas, veo que ya te sabes la lección. Así que a vigilar el horneado, que no queremos galletas carbonizadas. Y aunque parezca que cuando las sacas del horno están muy blanditas, estas galletas endurecen al enfriarse, así que no te preocupes. Y como bonus track, que hoy me siento generosa, un truquito que parece una tontería pero hace mucho. Como da para unas 24 galletas aproximadamente, prepara dos bandejas diferentes para el horno, aunque no las metas a la vez. Así, mientras una se hornea, vas preparando la siguiente y no tienes que poner la segunda tanda en una bandeja que ya está ardiendo. Lograrás que todas tengan la misma cocción, si no la segunda tanda quedará más hecha. ¿Ves? Detallitos que no viene mal recordar.Galletas dos chocolates
Ingredientes
Pasos
Sugerencias y comentarios
Acompañadas de tu bebida preferida, estas galletas son un bocado delicioso para alegrar las tardes frías y grises de invierno. ¡El chocolate lo cura todo! Ya sabes que espero la petición de tu plato favorito para la sección ¡Oído cocina! Y como siempre, tienes las puertas abiertas la página de Facebook y el Instagram de Fresas y Aceite para enterarte de todo lo que se cocina aquí.
¡Hasta pronto, cocinicas!
Sin comentarios