Bizcochos y galletas

Bizcocho de calabaza con frosting de queso

Que la calabaza es una de las reinas del otoño es algo indudable, cocinicas. Pero claro, ahora es cuando tú me vienes diciendo que no la gastas, que no sabes cómo cocinarla, bla bla bla. ¡Excusas! Tienes mil opciones: en crema, ensaladas, guisos, asada, con arroz, en salsas… Y eso por no hablar del mundo dulce, que ahí ya sí que las opciones se multiplican y todas están riquísimas. Una de ellas es este delicioso bizcocho de calabaza con frosting de queso que te traigo hoy. Con su jugosidad, el crujiente de las nueces, la cremosidad del frosting de queso, el aroma a especias que invade toda la casa… ¡Ambiente otoñal al máximo, cocinicas! Además, como siempre, una receta como las que nos gusta a nosotros: sencilla, para chuparse los dedos y que gustará a todos, tanto a los amantes de la calabaza como a aquellos que no son tan fans. Si no me crees, haz la prueba. Ponle un trozo a la típica persona de “es que a mí la calabaza no…” y verás como acaba relamiendo la cuchara. Anímate a preparar este exquisito bizcocho de calabaza con frosting de queso, cocinicas. ¡Verás como ya se queda como uno de los fijos de tu repertorio!

Bizcocho de calabaza con frosting de queso

Ingredientes

  • Para el bizcocho:
  • 300 gramos de calabaza ya limpia, sin piel ni pepitas
  • 250 gramos de harina
  • 200 gramos de azúcar
  • 2 huevos L
  • 150 ml de aceite de girasol
  • 60 gr de nueces
  • 10 gr de levadura química
  • 2 cucharaditas de canela
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
  • Para el frosting:
  • 300 gr de queso crema
  • 150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 225 gr de azúcar glass
  • 1 cucharadita de pasta o esencia de vainilla

Pasos

1

Pon un cazo con agua a hervir y corta la calabaza en trozos no muy pequeños. Cuando hierva el agua, añade la calabaza y deja que se cueza unos 15 minutos, hasta que esté blandita.

2

Una vez cocida la calabaza, la escurres, la aplastas con un tenedor y la reservas.

3

Precalienta el horno a 180° con calor arriba y abajo sin ventilador. Engrasa un molde de 18 cm de diámetro o fórralo con papel sulfurizado.

4

Pon en un bol amplio la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato, la canela, el jengibre y la nuez moscada. Mezcla y reserva.

5

En otro bol amplio bate bien los huevos. Añade el aceite y el puré de calabaza y bate bien.

6

Añade la mezcla de harina al bol de los huevos y bate con unas varillas manuales hasta que quede una mezcla homogénea.

7

Trocea las nueces con las manos, pásalas por con colador para eliminar trocitos sueltos de piel y añade las nueces a la masa. Mezcla un poco para que se repartan.

8

Vierte la masa en el molde y dale un par de golpecitos en la encimera para evitar las burbujas de aire. Mételo en el horno y hornea 35 minutos a 180°. A continuación, cubre la parte superior con papel de aluminio, aumenta la temperatura a 190° y hornéalo 25 minutos más.

9

Cuando el bizcocho esté hecho, sácalo del horno, déjalo reposar unos minutos, desmóldalo y que enfríe completamente sobre una rejilla. Saca la mantequilla del frigorífico para el frosting, córtala en trocitos y deja que se ablande al menos una hora a temperatura ambiente.

10

Una vez el bizcocho frío del todo, prepara el frosting. Bate en un bol la mantequilla con unas varillas eléctricas unos 5 minutos, hasta que esté cremosa. Añade el azúcar glass poco a poco y sigue batiendo unos 5 minutos más.

11

A continuación, añade el queso crema y sigue batiendo unos 3 minutos más, que se integre todo. Por último, añade la pasata vainilla y bate unos segundos más, que se mezcle bien.

12

Corta el bizcocho por la mitad y unta la parte de abajo con el frosting de queso. Coloca la parte superior y cúbrelo todo con el frosting. Puedes añadir unas nueces para decorar.

Sugerencias y comentarios

Mucho ojito con el horneado, cocinicas. Ya sabes que siempre hay que verificar con un cuchillo si el bizcocho está bien hecho antes de sacarlo. Puedes usar el molde que más te apetezca, eso sí, ajustando los tiempos de cocción y vigilando bien. Yo también lo he hecho varias veces en un molde de 24 cm de diámetro, con 35-40 minutos a 180° bastaba. Eso sí, si es tan ancho, se queda más bajito y en vez de cortarlo a capas, mejor echarle solo el frosting por encima, que también está riquísimo. ¡Como tú quieras, cocinicas!

Es un bizcocho muy húmedo y jugoso, que no resulta nada pesado y que aguanta perfectamente varios días si lo tapas bien. Otra cosa es que aguantes tú varios días sin terminártelo, pero eso ya es otra cosa…

Para el frosting, te recomiendo que utilices unas varillas eléctricas, ya que te resultará mucho más fácil y te asegura un resultado perfecto. ¿Qué quieres hacerlo con unas manuales? Pues adelante, pero creo que no compensa mucho el trabajo de brazo que tendrás que hacer. ¡Que valen nada y menos unas varillas eléctricas en condiciones! Me lo acabarás agradeciendo, cocinicas, ya verás.

Un bizcocho otoñal que va a llenar tu casa de aromas deliciosos y hará qué te chupes lo dedos, palabra de cocinicas. ¡Ahora te toca a ti prepararlo! Ya sabes que tienes las puertas abiertas del Instagram y del Facebook de Fresas y Aceite para comentar lo que quieras. Y si tienes antojo especial de alguna receta, no tienes más que pedirlo, cocinicas. ¡Siempre a tu disposición!

¡Hasta pronto, cocinicas!

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